Por Mª de los Ángeles Gómez Espinoza.
Desde siempre has sido la base de todo y de todos, mi sustento físico, por ende la que me da seguridad para vivir día a día. Pero desde hace un tiempo ya no provocas esto en mí, me has hecho sentir insegura, has producido temor en mí ya que no paras de moverte, de expresarte.
Pero ¿Qué quieres expresar? ¿Es que acaso te aburriste de sustentarnos? ¿Algo que hicimos te molestó? Creo que esa es la respuesta, estás molesta, pues no hemos sabido valorar todo lo que nos entregas, ya que no sólo a mí me das la seguridad y el sustento que necesito, sino que te entregas al mundo, ya sea, dándonos trabajo, como lo es a un granjero, por ejemplo, alimentos e incluso entregándonos más vida al permitir crecer en ti plantas y árboles que limpian nuestro oxígeno para que podamos respirar un aire mejor. Y ¿Cómo te hemos respondido? Haciendo mal uso de ti, contaminándote, ensuciándote, maltratándote.
Espero que no sea tarde y que hoy, en tu día, nos des la posibilidad de reivindicarnos, haciéndote sentir que te valoramos y apreciamos. Creo que no debemos juzgarte por lo que ha sucedido últimamente, sino que comenzar a cuidar de ti, ya sea reciclando la basura, fertilizándote, cultivando en ti los alimentos, etc, para así demostrarte lo importante que eres y de una u otra forma agradecerte todo lo que nos entregas.
Me despido con mucho cariño y afecto.
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