domingo, 9 de mayo de 2010

Sensation White.

Por Susana Lazo Grant.

Por tercera vez se presenta en nuestro país el suceso que convoca a todos a vestir de blanco y a bailar desenfrenadamente, Sensation White, en su versión “The Ocean of White”. Desde su estreno en el año 2008, Sensation White ha provocado un impacto cultural sin precedentes, logrando que miles y miles de personas vistan de blanco de pies a cabeza, hecho que me hace recordar un acontecimiento relativamente similar en términos de vestuario, o en este caso la falta de el, la presencia de Spencer Tunik en Chile.

He tenido la suerte de asistir a las 2 primeras versiones, “Space” y “The Tree of Love”, hasta el momento “Space” se ha robado la película en todo sentido. Fue un evento que realmente cuesta describir en palabras, volví a tener 5 años, absolutamente todo me impresionaba, no fue sólo un evento, una fiesta, estaba ante un concepto absolutamente nuevo donde cada uno de los elementos se fundía perfectamente. Meses de expectación frente a un golpe mediático constante, las calles plagadas de carteles, cientos de sitios en Internet comentando lo que sería, reportajes en los principales diarios, anuncios en televisión, componentes que fueron generando una gran expectativa, se presentaba por primera vez fuera de Europa la “fiesta de blanco”, y la sede, Chile. Las expectativas fueron superadas con creces de principio a fin. El primer impacto fue ver las calles aledañas a la Estación Mapocho, centro del evento, plagadas de personas vestidas de blanco, alrededor de 15 mil personas caminando y posteriormente repletando el lugar. El segundo impacto fue ver la producción que tenían preparada, algo nunca antes visto en nuestro país definitivamente, cientos de luces, decenas de lásers, pantallas led gigantes cuyos contenidos interactuaban con los asistentes y con la música, una escenografía que contaba con tres “naves alienígenas” gigantes y cuya “nave” central contaba con una cabina de Dj giratoria, la cual giró lentamente durante toda la noche, permitiendo a todos los espectadores ver en primer plano a los artistas. A todo esto se sumaron varios elementos sorpresa, entre los que cabe destacar la explosión de fuegos artificiales indoor, los cuales generaron una especie de euforia colectiva y muchos gritos, la presentación de bailarines de categoría mundial, carros alegóricos que se abrían paso entre los asistentes y acrobacias aéreas, en resumen, un show espectacular.


El género musical predominante en el evento es principalmente electrónico, género que cada día cautiva más adeptos por su capacidad de generar una especie de estado de trance y cuyos sonidos parecen ser realmente de otro mundo. La versión “Space” contó con la presencia del mejor DJ del mundo según los medios especializados, Armin Van Bureen, entre otros DJ’s de clase mundial, quienes fueron los encargados de nutrir esta fabulosa producción con sonidos que hicieron vibrar a los asistentes durante un período de 6 horas continuas.

En su segunda versión, “The Tree of Love”, Sensation mantuvo su nivel en cuanto a producción y performances, pero, desde mi punto de vista, la calidad de los artistas, en términos de popularidad, disminuyó considerablemente, presentando DJ’s casi desconocidos, incluso para los más entendidos en el género. Es de esperar que “The Ocean of White” retome la línea musical que presentó “Space”.

Sensation White es ahora claramente parte de nuestra cultura, por el simple y a la vez complejo hecho de que ha logrado que miles se vistan de blanco y es de esperar que durante los próximos años evolucione junto a las nuevas tecnologías para que esos miles y más sigan sorprendiéndose.

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